Uno de los complementos más utilizados tanto por hombres como por mujeres son las pulseras, y entre los diferentes tipos, en todas las culturas que existen, las pulseras de macramé son las más vistas. Tanto si una persona tiene 12 años como 50, las pulseras de macramé por sus diferentes colores, formas y métodos de fabricación, se adaptan a todas las generaciones haciendo que sean complementos únicos y muy valorados.
Pero, ¿Qué es le macramé?, os preguntaréis algunos, ya que es un término muy utilizado pero del que poco se sabe en la actualidad, pues el macramé es el arte de hacer nudos, una técnica muy utilizada para hacer complementos (el más utilizado, la pulsera, aunque también se hacen anillos, diademas e incluso collares).
Hacer pulseras de macramé, más que una manualidad puede considerarse como un arte ya que por su combinación de colores, los diferentes tipos de nudos que se pueden hacer, los distintos materiales utilizados que pasan por hilos, cordones y gomas elásticas en los últimos tiempos, pasan a darnos resultados únicos y personalizados.
Se pueden hacer pulseras monocromáticas, o de varias tonalidades, pudiendo empezar con colores diferentes para marcar bien los tiempos y las formas de las pulseras. Para comenzar a hacer una pulsera de macramé necesitamos hilos de varios tonos, un imperdible, una superficie en la que podamos enganchar estos hilos para trabajar cómodamente y unas tijeras.
Cortamos los hilos dependiendo del tamaño de la muñeca en el que lo vamos a colocar y le hacemos un nudo para mantenerlos todos unidos y juntos, y podemos ver los diferentes tipos de nudos y dibujos que podemos preparar para que nuestra pulsera tenga un diseño definido ya que pueden tener forma de aspas, peces, cuadrados, rectángulos, rombos o simplemente líneas de colores. Un último elemento a incorporar será si así lo deseamos, un cierre para poder poner y quitar la pulsera y que no se deteriore por llevarla de manera perenne en la muñeca.