Muchas veces podemos ver en los informativos como aparecen noticias sobre accidentes en fábricas, almacenes, tiendas etc… Esto ocurre porque muchas veces pensamos que las actividades que realizamos en nuestra jornada laboral están exentas de peligro. Pensamos que, al realizarlo todos los días, ya lo tenemos controlado y no nos puede pasar nada, y, por otro lado, porque nuestro jefe no conoce realmente la dificultad y peligrosidad de realizar algunas tareas.
Para tener todo bajo control y conocer todos los riesgos que puede existir en una empresa es importante que se realice desde el primer momento una evaluación de la actividad en las instalaciones. Independientemente del sector que sea, todos en su medida tienen factores de riesgo que deben ser analizados y contemplados para proteger al trabajador como al empresario correspondiente.
Por lo que te preguntarás: ¿Por dónde tengo que empezar a realizar esta evaluación? Te lo contamos todo para que estés informado de todo el proceso y no se te escape nada.
Pasos a seguir para la evaluación de riesgos laborales
Lo que queremos con este estudio es librar de todos los posibles riesgos de la empresa para no comprometer su seguridad. Todos queremos trabajar en un espacio sin condicionantes que puedan ser perjudiciales, por lo que empieza con estos tres puntos:
- Identifica todas las áreas de tu empresa y divídelas. No todas son iguales por lo que es necesario que sepas diferenciarlas para poder trabajar en ellas. Después observa cómo trabajan y pregúntales, es importante que mires todo con detalle.
- Una vez que hayas detectado los peligros hay que eliminarlos y si no se pueden borrar del todo, hay que minimizarlos en su mayor medida. Haz un análisis en profundidad de los efectos para conocer de qué manera podríamos hacerles frente.
- Realiza una tabla de acciones correctivas a largo plazo. No vale de nada que realices un día una evaluación y te olvides al día posterior. Esto tiene que ser un estudio correlativo durante todo el año que trabajamos. Puesto que todo va cambiando, los procesos pueden variar, las personas pueden ser nuevas, cambia algún pequeño detalle dentro de una cadena de trabajo…
Ahora que ya conoces en qué tienes que centrarte para empezar a proteger a tu empresa, es importante que realices un archivo para guardar toda la información que hemos obtenido de estos días de evaluación. Te recomendamos que:
- Preguntes a los empleados para conocer sus opiniones y así saber lo que ellos cambiarían. También sería bueno que supieses cómo resolverían ellos ese problema.
- Identifica el origen de los riesgos, no es riesgo en sí, sino por qué y cómo se llega a ese momento peligroso.
Tener todo fundamentado y escrito es importante para el presente y futuro de la empresa. Esto se debe hacer en el primer momento que se empieza a trabajar. Ahora ya puedes ponerte manos a la obra para resolver todos los contratiempos que surjan en el día a día.