Hemos tenido la oportunidad de conversar con una empresa de desatascos en Madrid capital
. Entre las cosas que han salido durante la charla, ha estado el de cómo limpiar sin usar productos químicos agresivos. Ellos se dedican a realizar trabajos de desatascos de cañerías y arquetas en Madrid y tienen mucha experiencia en lidiar con productos fuertes en su día a día.
Pese a que puedan ser necesarios para trabajos puntuales, coindímos en que no es recomendable usarlos a la ligera.
Este es un resumen de lo que hemos comentado durante la conversación:
Muchos productos de limpieza de uso habitual constituyen, en realidad, una verdadera amenaza para la salud. Asómbrate con la cantidad de sustancias químicas peligrosas que manejas cuando te dedicas a limpiar a fondo tu hogar.
Casi todos los productos que se emplean para la limpieza del hogar son tóxicos y muy contaminantes.
Desinfectantes, blanqueadores, lejías, ambientadores, disolventes, lavavajillas, abrillantadores para plata, limpia hornos, desatascadores…
En la mayoría de nuestros hogares hay mas productos químicos que en un laboratorio del siglo XIX y el nivel de contaminación ambiental en el interior de las casas puede llegar a ser, en ocasiones, mucho mayor al del exterior. ¿Limpiamos o añadimos más suciedad química? ¿Huele a limpio o a producto químico?
La conocida lejía, por ejemplo, aparte de ser tóxica por ingestión, provoca irritación de las vías respiratorias y puede llegar a ser perjudicial para los pulmones.
Los líquidos abrillantadores de suelos y muebles pueden contener nitrobenceno y derivados del petróleo; los productos para limpiar hornos están compuestos por sustancias cáusticas como el hidróxido sódico, el amoniaco y el salfumán; el formaldehído de acción cancerígena, se utiliza como conservante en productos de limpieza , lacas, desodorante, etc.; la mezcla de lejía y salfumán produce un gas de cloro altamente tóxico; los productos antipolillas y para ahuyentar los insectos por el olor están hechos de perdiclorobenzeno y sus vapores son muy perjudiciales para la salud; los productos que se utilizan para limpiar alfombras y moquetas contienen naftaleno, percloroetileno y derivados alcohólicos que son tóxicos y corrosivos.
Alternativas naturales y eficaces
Para los metales:
- Bronce y latón: vinagre o limón y sal.
- Cobre: vinagre y pimentón.
- Hierro: corcho o lana de acero y aceite de oliva.
- Plata: bórax y bicarbonato y agua.
- Oro: dos partes de alcohol, una de agua y unas gotas de amoniaco.
Para los muebles:
Pasar una bayeta húmeda y después secar. Para nutrir la madera y darle brillo basta con pasarle cera de abejas una vez al año.
Para los cristales: La combinación de agua con un poco de vinagre blanco o de jabón es perfecta.
Para el horno:Se mezcla bicarbonato de sodio y agua caliente. La pasta obtenida se aplica sobre un estropajo fuerte y se restriega sobre las manchas.
Como desinfectante: Mezclar una parte de bórax con seis de agua caliente. También puede usarse vinagre: 4 cucharadas por litro de agua tienen el mismo efecto que 2 gotas de lejía en 1 litro de agua.
En el inodoro: Echar vinagre blanco sin diluir o bicarbonato sódico en el interior de la taza y dejar actuar toda la noche. A la mañana siguiente limpiar bien y el vater quedara perfectamente limpio y desinfectado.
En las cañerias: Para atascos de poca intensidad utilizaremos agua hirviendo y un desatascador manual. En caso de que el atasco sea de una intensidad moderada, verteremos bicarbonato sódico y vinagre dentro del desagüe. Sí aún así logramos solucionar nada, llamarémos a un desatrancador de cañerias que dará un uso responsable de los productos más agresivos. Lo importante es acudir a uno de confianza y que sepa realizar el trabajo de la mejor manera.
Podremos evitar algunos productos químicos pero no todos. En cualquier caso, son muchas las cosas que podemos hacer para limpiar nuestro hogar con los menores riesgos para nuestra salud y la de nuestra familia.
Ventilar muy bien después de cada sesión de limpieza.
Usar estos productos con las ventanas abiertas y en las dosis adecuadas.
Utilizar guantes para limpiar y mascarilla si los productos son muy volátiles.
Verificar que los envases de los productos quedan bien tapados después de sus uso.
Si es posible, almacenar los productos de limpieza en algún armario o espacio exterior.
Desechar cualquier producto comercial que no posea la homologación de la Unión Europea.
Evitar la compra de productos de limpieza en cuyo envase no estén indicados sus componentes.
No acumular más productos de los necesarios.
Escoger los productos ecológicos elaborados con sustancias naturales o que incorporan los compuestos activos de éstas a su fórmula: ácido cítrico, ácido láctico, ácido acético, detergentes no ionicos a base de azúcar, citratos, jabones naturales, detergentes libres de fosfatos, resinas naturales, aceites esenciales, sal marina, alcohol, bicarbonato sódico, etc.
Evitar el uso de ambientadores, que no añaden nada a la limpieza del hogar y cuyos vapores esconden sustancias químicas tóxicas (irritantes que pueden causar alergia e, incluso, llegar a ser cancerígenos.) Tener precaución con la quema de incienso que también contiene alergenos y sustancias nocivas.
Mantener estos productos fuera del alcance de los niños y de las personas que convivan en el hogar que puedan hacer un uso incorrecto del producto.
Llevar los envases de productos tóxicos al punto limpio o punto verde, para reducir la contaminación ambiental.
Es necesario mirar las etiquetas al adquirir algún producto de droguería.