Existen varios tipos de ‘sticks’ en el mercado:
Los palos selfies más sencillos
Por menos de cinco euros podemos adquirir un extensor. Los materiales, los ajustes y la sujeción puede ir acorde a ese precio tan bajo, pero para un fin de semana de turismo podrían servir. Podemos encontrarlo sin ningún tipo de disparador, con lo que habría que poner la cuenta atrás del autodisparo, con una conexión de auriculares tipo mini Jack o con un mando externo que acciona el disparo y va conectado mediante bluetooth al teléfono. Dejando de lado la primera opción por básica (aunque algunos móviles, como los LG, por ejemplo pueden disparar al escuchar una palabra determinada), los otros dos modelos son los más polulares.
Los palos con cable tienen la ventaja de que no requiere carga y, por otro lado, los que tienen un pequeña mando implican ir por la vida con un aparato más encima y, además, fácil de extraviar. Eso sí, al no tener el disparador en el mango del palo podemos gozar de más estabilidad pues con una mano podemos sostener el palo de selfie y con otra disparar, o lo puede hacer otra persona. Además, podemos dejar el móvil en cualquier lado apoyado, esta vez sin palo, y tomar fotos a distancia. Pese a lo rudimentario que parece el tema del cable en la época de las conexiones inalámbricas, la prestigiosa revista Time acaba de publicar un exhaustivo y serio análisis de decenas de palos para autoretratos y se decanta por un modelo con conexión de auriculares debido a no tener que depender de otro dispositivo al que “alimentar” de energía con frecuencia y aportar una respuesta más precisa ni engorros de conexiones.
‘Palo-selfie’ para todos los gustos. ¿Cuál elegir?
–Sostener GoPro o cámara compacta: Conviene precisar que aunque los periodistas de Time se decantasen por el Looq System’s Looq DG, un modelo con cable, en su análisis escogieron productos que, además del soporte para enganchar un teléfono, tuvieran un tornillo para poder sostener una GoPro o una cámara compacta. Es decir que no valoraron sólo el hecho de la conexión por mini Jack, sino muchos más parámetros. Si hemos subido un peldaño más en calidad también es de esperar otras prestaciones, como una mayor longitud de extensión. La media de los palos selfies es de unos 88-90cm (menos en modelos más baratos). Así que si llegamos al metro el palo de selfie dará más juego si cabe.
–Con disparador en el mango: Desde luego tiene sus ventajas el no tener que llevar un mandito encima para disparar ni enchufar al teléfono cable alguno. Es importante que los enganches sujeten bien el teléfono y el mango tenga buen agarre, por ejemplo, con materiales como la silicona.
‘Palo-selfie’ para todos los gustos. ¿Cuál elegir?
–Monopiés: Parece que el palo de selfie es un invento muy reciente, pero la verdad es que los fotógrafos profesionales ya empleaban monopiés para conseguir determinadas imágenes. Este accesorio se usa como un trípode más fácilmente transportable, por ejemplo entre los fotógrafos apostados detrás de la portería en un campo de fútbol. Ahí se apoya en el suelo, pero podría sostenerse con la mano en según qué circunstancias. Incorporando la pieza adecuada para sujetar un teléfono tenemos el palo de selfie casi profesional, con buen aluminio y un mango mucho más ergonómico. En estos casos, además, hablamos de longitudes cercanas a los 120 cm. Nos movemos entonces en precios de 30 o 40 euros. Algunos extralargos son prácticamente una pértiga.
–Deportivos: En este caso, la célebre cámara GoPro ha sido la impulsora de una serie de productos pensados para deportistas, con lo que tenemos una mayor resistencia a los golpes y al agua. Incluso los hay sumergibles. El precio se incrementa por encima de los 60 euros en muchos casos. Resultan también curiosos los palos de trekking para caminar por el campo a los que se puede incorporar la cámara en el extremo superior para poder tomar fotografías sin perder tiempo en preparar la cámara.
–Frikis: El ‘Belfie stick’ (juego de palabras entre “selfie” y “butt”, culo en el inglés de EE.UU.) es el palo de selfie diseñado especialmente para sacar autofotos de nuestra parte trasera. Por otra parte, para las personas que viajan solas y quieren inmortalizar los recuerdos como si otro ser humano les acompañase en las vacaciones se ha inventado el ‘selfie-brazo’. Las imágenes hablan por sí solas.
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